viernes, 31 de diciembre de 2010

Fusta

Casi involuntariamente colocó sus piernas encima de mis hombros, en esa postura mi lengua empezó a jugar en su entrepierna siguiendo la punta de la fusta que me indicaba donde dirigir en cada momento la punta de la lengua. Poco a poco la lengua fue sustituyendo a la fina fusta que se hundía entre su sexo y fue la propia lengua humedecida la que se fue hundiendo.... Los suspiros se fueron convirtiendo en gemidos. Mis labios rodearon su clitoris y lo succionaron muy despacio al tiempo que lo empujaba la lengua a su lugar...

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Subidas

Se subió a buscar un libro en la estantería, me quedé impresionado de sus majestuosos movimientos subiendo por la escalera. Mientras subía disfrutaba que esas piernas iban dejando al descubierto los muslo van a desembocar en un deseable sexo depilado, suave y calido... Mientras lo imaginaba, giró la cabeza y supo en que estaba pensando....

domingo, 26 de diciembre de 2010

Cuchillo

Un metal frío, punzante, fino pasó entre sus pechos. No me hacía falta que lo viera para sentir que era un cuchillo. Se puso algo nerviosa cuando lo sintió sobre su piel, imaginando que era el cuchillo afilado que anteriormente había visto cortar las finas rodajas de una naranja... El cuchillo aún perfumado rompió la tela en dos liberando sus pechos y dejándolos libres semi ocultos ante mis ojos....

lunes, 20 de diciembre de 2010

Ganas...

Empecé a bajar mis manos por tu cuello, nos pusimos frente a frente, mi mano derecha también acariciaba tu brazo mientras bajaba hasta tu cintura para levantarte la camiseta que compraste por la mañana. Lentamente levantaste tus brazos para que te quitara la camiseta. Llegué al borde inferior de la camiseta y metí mi mano por debajo entre tu espalda y la camiseta. Mientras la mano escala por la espalda buscando el cierre del sujetador, tu comienzas a moverte buscando la mejor postura para sacarte la camiseta. Tus gestos ayudaron al momento adecuado de la apertura del sujetador y la explosión de libertad que supuso al abrirse mientras la camiseta volaba en dirección al suelo. Las manos adoptaron la curva de los pechos para comenzar acariciarlos suavemente mientras tu busca recorría mi cuello. Las manos juegan con los pechos, con las yemas de los dedos acercándose a los duros pezones mientras tu cuello se descuelga hacia atrás...