Hundir mis dedos en las entrañas de su muslos abiertos como un libro, buscando el punto que le hace perder la cordura y la respiración entrecortada.
Me deleito en su placer, en sentir sus músculos tensarse bajo mis caricias y sus movimientos. Aumentar la intensidad de mis movimientos cuando me dice que pare, que quiere ponerse encima y acabarlo juntos y con mi mirada ayudarla a que sus piernas se contraigan, tengan una escalofrío y sus muslos se cierren atrapando y fusionando mis manos en su orgasmo.
Aplazar el placer mutuo mientras se recrea en besarme la oreja, jugar con mi pelo y pasar su mano humedecida en su sexo por mi piel.
Para la desconocida que lee e inspira
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